Sentado veo la vida pasar como en un autobús. Aunque además del autobús necesitamos rapidez mental para imaginar cómo pasa la vida mientras estamos sentados en él. Imaginarse como millones de posibilidades se abren si pensamos que cada uno de los seres que vemos tienen su propia vida, su propia historia, su camino. Que además, paradójicamente, a veces ese camino cruza el nuestro, a veces es uno paralelo, pero de eso se trata lo poco que tenemos en común. Se trata de que somos humanos. Con decir que somos humanos no estoy diciendo nada "bueno" o "positivo". Estoy diciendo solamente que somos de la misma especie. Ultimamente y talvez, desde siempre, nuestra especie se ha cansado de dejar en claro que no es muy humana que digamos. Y pese a quien le pese, somos todos responsables de esa contradicción, talvez también, la más grande de las contradicciones humanas.
Sentado como decía, veo pasar las cosas como si no fuera parte de ellas. Es que ese soy yo, si hay algo que me caracteriza es esa capacidad de alejarme y ver todo como si fuera un observador distante, uno de esos que Einsten habrá imaginado que estaba sentado en un fotón viajando a la velocidad de la luz. Tal vez, nuevamente, no tanto. Pero inevitablemente viajo, generalmente hacia arriba, y veo el hormiguero en el que vivimos, y suelo jugar con el futuro pensando a donde vamos. No creo que sea interesante la respuesta de ese juego y la verdad es que no tiene sólo una, pero muchos entenderán a qué me refiero con que ¨no creo que sea interesante la respuesta¨.
Sigo sentado, porque cuando me paro, ya no puedo tener la vista panorámica. El mundo, o la vida, o el Universo, para mí, comienza.
A este nivel de palabras, suele no haber mucho para decir. El infinito, el porqué de las cosas, la razón de la vida, en porqué del porqué del porqué suelen conducir al más profundo del silencio, el silencio de la ignorancia.
La verdad es que empecé a escribir por reírme de mi mismo, uno de los acontecimientos más saludables, mucho más que la lechuga y el tomate.
lunes, 26 de mayo de 2008
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